sábado, 7 de mayo de 2011

El mito como símbolo

El Mito, es definido como un símbolo en palabras. El símbolo, a diferencia del signo, es una entidad que posee un significado global, que va más allá de lo superfluo, se concentra en lo trascendental. El símbolo, y por ello el Mito, se interpreta y se vuelve a interpretar cada vez que estamos frente a él. No es posible desentrañar de modo completo todo lo que un símbolo nos “quiere” expresar, pues su interpretación, al igual que la literatura, es histórica. No interpretará lo mismo un niño que un adulto, ni un citadino lo mismo que un campesino, ni una persona del siglo X lo mismo que una del siglo XXI, pues sus vivencias los diferencian. El signo, por el contrario, tiene una interpretación única, es “acabable” en su extensión y no otorga visiones renovadoras sobre lo referido. El Mito como símbolo siempre se nos presentará como una entidad nueva, fresca. El símbolo se re-vive y se re-escribe en cada enunciación.
El mito como tal, no corresponde a un hecho lógico racionalista, si no a un acto de sumisión a lo inexplicable expresado por el mito, es casi un acto de fe haciendo una analogía con la religión católica. Por ello, una explicación racional del mito es la muerte del mismo, pues el mito no se entiende por su significado lógico, si no por una comprensión que va más allá de la literalidad.

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